por
EDURNE URIARTE
El feminismo presumía tradicionalmente de combatir el destino de las mujeres florero, de las mujeres como Carla Bruni, marginadas a lucir sombreritos y a ponerse zapatos planos para no hacer sombra a sus hombres ni en estatura. Pero, paradojas de la crisis de las viejas ideologías, y el feminismo se ha quedado rematadamente viejo, he aquí a las feministas españolas haciendo de políticas florero. De ministras florero que adornan el estrellato de su gran hombre y hacedor, Zapatero, como Bruni decora la grandeza de Sarkozy con sus trapitos y sus poses de modelo.
El feminismo español ha coronado su trayectoria con el trofeo de un inmenso florero, el Ministerio de Igualdad, cuya única función será ensalzar las cualidades igualitarias y progresistas del gran jefe. Todas las supuestas funciones de este departamento las realizan otros, el de Interior, el de Justicia, el de Trabajo. Lo mismo que las de defensa de la libertad. Y es por eso, supongo, que no se ha creado un ministerio de la Libertad para defender, por ejemplo, la libertad de los ciudadanos vascos, aunque se encuentre en bastante peores condiciones que la igualdad de las mujeres.
Pero Zapatero quería un gran florero feminista y lo tiene. Y las feministas, encantadas de servirle y de adornarle. En el Ministerio de Igualdad, o en el de Vivienda, otro florero, en este caso social, cuya única función es la de propaganda. Y hasta en Defensa, un Ministerio cuya misión estratégica ha pasado de hacer de paloma de la paz a ocuparse de demostrar que también una mujer puede ser ministra de Defensa. Que es para lo que se ha nombrado a Chacón, según Zapatero.
En los próximos días comprobaremos que esta enorme tomadura de pelo que es la del Gobierno paritario se pone de manifiesto con ilimitada desfachatez en la composición totalmente antiparitaria de los altos cargos y equipos de asesores. Empezando por los de Zapatero, tan masculinos como los anteriores, y que enviará a su nueva ministra de Igualdad a imponer a las empresas las reglas que ni él, ni su Gobierno, ni su partido, cumplen. Además de viejo, el feminismo se ha vuelto muy descarado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario