¡Gracias!

Apreciados compañeros,

Quisiera haceros llegar mi reconocimiento y felicitación por el trabajo bien hecho. Por esa energía e ilusión que habéis derrochado en la campaña. Este mensaje carece del necesario periodo reflexivo que unos resultados como los que hemos obtenido requeriría. Sé que estamos en el partido de la razón y que este correo bien merecería una reflexión. Pero permitirme por un día omitir ese aspecto de nuestra esencia y la licencia de dejar que hable mi corazón

Para todos nosotros es un día difícil. La ciudadanía no ha respaldado, en las expectativas que teníamos, nuestras propuestas y eso, queramos o no, crea cierta desilusión. Todos nosotros estamos convencidos de la necesidad de un proyecto como Ciudadanos, un proyecto cívico que aspire a cambiar los usos y costumbres hasta ahora habituales en la política. Y en ese sentido creo que hemos dado un insuperable ejemplo de honradez, ética y coherencia. Nuestro mensaje está desprovisto de palabras retóricas y vacuas, de expresiones sin contenido, de los típicos y tópicos recursos lingüísticos de esa casta política que parece haber adocenado a la ciudadanía.

Nosotros no estamos en política para hacer carrera, sino para poner nuestro granito de arena al objeto de lograr una sociedad en la que la libertad, igualdad y solidaridad, sea posible. Pero la política se ha convertido en un gran circo, un circo mediático en el que las propuestas y los programas han dejado de tener la primacía que deberían tener.

Hemos visto una campaña marcada por la crispación. Una campaña plena de propuestas demagógicas y populistas. Una campaña convertida en un mercadeo para ver quién conseguía la propuesta más impactante para captar el voto, que si 400€ per capita de los "curritos" que si 1.000€ de rebaja fiscal para las mujeres. Más de lo mismo, la política del todo vale. Para nosotros no todo vale y hoy más que nunca está vigente la importancia de que un movimiento ciudadano como el nuestro tire adelante. Porque si nosotros no estamos no nos quedará nada, bueno sí, nos quedará lo de siempre, porque los que están, tristemente, son los de siempre. Las mismas caras, las mismas poses, los mismos vicios de esa casta política alejada irremediablemente de la ciudadanía.

Si por algo nos caracterizamos los que formamos C's es por estar hechos de una pasta especial. Hemos resistido muchas tropelías, muchos desmanes y mucha solitud. Ahora no estamos solos y eso no tiene precio. El camino es largo, muy largo y requiere mucha, pero que mucha, pedagogía. Siempre hemos defendido que Ciudadanos no depende ni está condicionada su existencia a los resultados electorales, porque si así fuese, qué clase de proyecto regenerador estaríamos promoviendo.

Observamos, desgraciadamente, como los sentimientos y la emotividad pueden condicionar el voto. Observamos como sin prácticamente propuestas programáticas ni referentes ideológicos se puede conseguir el respaldo de un buen número de ciudadanos. Pero ese no es, ni nunca debe ser, nuestro camino. Ni apelaremos a los sentimientos ni apostaremos por los fuegos de artificio. El futuro será de los ciudadanos o no será. Lucharemos porque así sea, desde la honestidad y con la tranquilidad de irnos cada noche a dormir en el convencimiento de que estamos haciendo lo que debemos.

Todos habéis demostrado coraje y compromiso y estoy orgulloso de formar parte de un proyecto común con vosotros.

Recibid mi reconocimiento y cariño más sincero por vuestra entrega, por vuestra ilusión y, sobre todo, por ser ciudadanos.

Antonio Mulero Castañón
Subsecretario de Organización