El día 19 de diciembre de 2007, después de recoger 50.000 firmas y superar todos los trámites parlamentarios, llegaba al Parlamento de Cataluña la Iniciativa Legislativa Popular para el bilingüismo escolar.
Firmas de las que puedo dar fe porque entre ellas están las de muchos ciudadanos de Blanes y algunos de Palafolls y LLoret, que ante la pregunta de si les importaría firmar por la enseñanza en igualdad de catalán y castellano, la gran mayoría lo hicieron muy gustosamente, aunque alguien me respondiera: “yo te firmo porque estoy de acuerdo, aunque creo que es una causa perdida”, o la persona que me dijo casi ofendida: “a mí me parece muy bien que se enseñe el catalán, aunque yo no lo hablo porque me cuesta mucho y no lo pronuncio bien, estoy casada con un catalán y ¡quiero mucho a Cataluña!” Mujer, no se trata en absoluto de no enseñar en catalán, sino de que se enseñe en la misma medida el castellano... “Ah bueno, entonces sí”. O la señora que me contó: “yo nunca firmo nada pero esto te lo voy a firmar, y mis hijas también porque, aunque me de vergüenza decirlo, apenas sé leer y escribir porque a los 10 años tuve que ponerme a trabajar, y ahora que me había animado a hacerlo me han dicho que no puede ser, que enseñan sólo el catalán”. O la joven que tras firmar: “¿me lo dejas un momento?” Sí, claro, y me lo devolvió con las firmas de sus compañeras de trabajo. O las personas que se ofrecieron para ayudarme a recoger firmas...Y por fin había llegado. Sólo Ciudadanos y PP apoyaron la propuesta. Algo que se podía intuir. Lo que ya es más difícil de entender es que el Presidente, se supone que de todos los catalanes, el Sr. Montilla, y todo su gobierno, con la excepción del Conseller de Educació, Sr. Ernest Maragall, salieran ostentosamente de la Cámara sin tan siquiera escuchar los 15 minutos, sin derecho a la réplica del Sr. Francisco Caja que defendía la proposición, ni tan siquiera por respeto a esas 50.000 personas que avalaron esa propuesta, ni por la gran mayoría que declara siempre desear lo mismo en todas las encuestas, ni siquiera por cortesía parlamentaria... Porque no se trata de defender un idioma. Se trata de defender los derechos de las personas. Se trata de la Libertad, de la Igualdad, de la Fraternidad entre personas de buena voluntad. Valores por los que siempre vale la pena luchar.¡Feliz Año a todos!
Firmas de las que puedo dar fe porque entre ellas están las de muchos ciudadanos de Blanes y algunos de Palafolls y LLoret, que ante la pregunta de si les importaría firmar por la enseñanza en igualdad de catalán y castellano, la gran mayoría lo hicieron muy gustosamente, aunque alguien me respondiera: “yo te firmo porque estoy de acuerdo, aunque creo que es una causa perdida”, o la persona que me dijo casi ofendida: “a mí me parece muy bien que se enseñe el catalán, aunque yo no lo hablo porque me cuesta mucho y no lo pronuncio bien, estoy casada con un catalán y ¡quiero mucho a Cataluña!” Mujer, no se trata en absoluto de no enseñar en catalán, sino de que se enseñe en la misma medida el castellano... “Ah bueno, entonces sí”. O la señora que me contó: “yo nunca firmo nada pero esto te lo voy a firmar, y mis hijas también porque, aunque me de vergüenza decirlo, apenas sé leer y escribir porque a los 10 años tuve que ponerme a trabajar, y ahora que me había animado a hacerlo me han dicho que no puede ser, que enseñan sólo el catalán”. O la joven que tras firmar: “¿me lo dejas un momento?” Sí, claro, y me lo devolvió con las firmas de sus compañeras de trabajo. O las personas que se ofrecieron para ayudarme a recoger firmas...Y por fin había llegado. Sólo Ciudadanos y PP apoyaron la propuesta. Algo que se podía intuir. Lo que ya es más difícil de entender es que el Presidente, se supone que de todos los catalanes, el Sr. Montilla, y todo su gobierno, con la excepción del Conseller de Educació, Sr. Ernest Maragall, salieran ostentosamente de la Cámara sin tan siquiera escuchar los 15 minutos, sin derecho a la réplica del Sr. Francisco Caja que defendía la proposición, ni tan siquiera por respeto a esas 50.000 personas que avalaron esa propuesta, ni por la gran mayoría que declara siempre desear lo mismo en todas las encuestas, ni siquiera por cortesía parlamentaria... Porque no se trata de defender un idioma. Se trata de defender los derechos de las personas. Se trata de la Libertad, de la Igualdad, de la Fraternidad entre personas de buena voluntad. Valores por los que siempre vale la pena luchar.¡Feliz Año a todos!
Pilar Esteban
Agrupación de Blanes.
Publicado: Revista de información general "ACTUAL", 11 enero 2008.
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