miércoles, 14 de mayo de 2008

Gracias Guardia Civil

Unas frases, dicen más que un discurso.
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«cuando un guardia civil hinca las dos rodillas en el suelo y cae victima de la bala cobarde y asesina, la sangre derramada no es la de un guardia civil, ni la de un soldado, ni la de un hombre. Es la sangre de España. Y es que la Guardia Civil es leyenda y es historia. Es España».
Luis María Ansón
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Padre, ¿por qué has puesto hoy
la bandera a media asta?
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Es que en el norte han matado a otros hijos de España, y las calles de los pueblos ya jamás podrán pisarlos y se han cerrado sus ojos, se han terminado sus ansias de vivir en libertad en esta nueva democracia.
Han roto sus ilusiones, se vertió su sangre hidalga y entre los hombres honrados aún crece la hierba mala.
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Padre, ¿que dice la gente cuando por la calle pasa ese cortejo en silencio con nuestros hombres del alma?

¿Que quieres hijo que digan? Guardan silencio y basta, que no hay grito más elocuente que el de la gente callada, beberse el llanto amargo, y contenerse las lágrimas, morderse bien en suspiros y tragarse la ira y la rabia, hasta que llegue la fe de una tierra desgarrada.
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¡Y dime, padre! ¿Que alzan los hombres asesinados por el odio y la venganza?

Mira hijo, eran dos hombres jóvenes, de Pura Casta, con la vida por delante, para servir a la Patria, defender a su Gobierno, proteger a la gente honrada, cumplir unos reglamentos que les dio el DUQUE DE AHUMADA llevar siempre la paz por las tierras que pisaban.
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Padre, ¿Por eso matan a los hombres de Ahumada, en aquella tierra nombre que se llama Vascongadas?
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Si hijo, por eso mueren los mejores de esta raza, por ser fieles al honor, y por guardarnos las espaldas pasando noches en vela en las cárceles y plazas, en las costas y fronteras desde que amanece hasta el alba.
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Entonces Padre, yo quiero cuando sea mayor, ser Guardia para cubrir las vacantes que ya deja la metralla de cobardes renegados, gente ingrata. Jamás temeré a la muerte en caminos y veredas, sobre el asfalto o barro de cualquier jardín o plaza. Pero, ¡Padre no llores! si caigo por la Patria que es el honor más noble que hay en el alma humana, que es hermoso dar la vida por los que la necesitan, el calor de la nuestra, por eso Padre, yo quiero ser Guardia, ¡¡Me basta!!.

Hijo de tu abuelo guardo el tricornio en el arca, empieza a arreglar los papeles, preséntame pronto la Instancia, que te quiero ver vistiendo ese uniforme esmeralda, que es orgullo de mi pueblo y grandeza de mi Patria.


Demasiado sufrimiento para que los olvidemos......

.......Que no lo olviden ellos y que jamás nadie les olvide

a esos Tricornios que hacen Guardia desde el cielo ……

DESCANSEN EN PAZ




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