Joan Ferran, que llamaba a las manifestaciones contra Israel con la imagen de una joven palestina empuñando un fusil, tiene un turbulento pasado en el que no falta una condena por actividad terrorista, concretamente por su relación con el secuestro del director de una sucursal de banco en París.
(Libertad Digital) Llamar a la participar en una manifestación con la imagen de una joven armada con un fusil es cuanto menos peculiar, pero todavía lo es más si quien lo hace ha estado condenado por participar en actos terroristas.
Este es el caso de Joan Ferran, el diputado del PSC que el pasado día nueve llamaba a participar en la manifestación pro Palestina de Barcelona y en los años 70 fue miembro de diversos grupos revolucionarios y, sobre todo, de la banda terrorista GARI (Grupo Acción Revolucionaria Internacionalista), tal y como aparece en un artículo en el diario El Debat.
Tal y como se reconoce en la entrada sobre el GARI en la Wikipedia (un artículo extremadamente complaciente con el terrorismo), este grupo se dio a conocer con el secuestro en París de Baltasar Suárez, director de una sucursal del Banco de Bilbao en la capital francesa.
Con esta acción delictiva se pretendía obtener un rescate y, además, un intercambio con algunos miembros del Movimiento Ibérico de Liberación, el grupo terrorista en el que militó el famoso Salvador Puig Antich. Pero la historia de esta acción criminal fue un tanto disparatada, incluyendo una esperpéntica rueda de prensa en los sótanos de un bar de Barcelona que cuenta Marius Carol en un artículo en El País:
"El día 7 un grupo de periodistas barceloneses acudió al bar Vía Napoleone, en la calle de Pelayo, porque tendrán conocimiento de una noticia importante". En el sótano del restaurante no había nadie a las cuatro de la tarde, únicamente ocho periodistas. De pronto aparecieron dos personas que dejaron un escrito encima de una mesa y se fueron. En el comunicado se hacía referencia a la ejecución de Puig Antich y a las condiciones de la liberación".
Luis Andrés Edó, militante histórico del anarquismo y que fue secretario general de la CNT, cuenta en su libro La CNT en la encrucijada que Joan Ferrán era una de esas dos personas, tal y como se recoge también en este artículo del El Debat. Poco después de la rueda de prensa Ferrán y su compañero David Urbano fueron detenidos, así como también se detuvo en Francia, tras la liberación de Baltasar Suárez, a otros siete miembros del GARI, a los que se les incautaron los tres millones de francos que habían cobrado como rescate.
Joan Ferrán recuperó la libertad gracias a la amnistía del año 77 y poco después reinició un proceso de "reciclaje político" que le llevo, de la mano de Ernest Maragall, a entrar en el PSC, partido en el que fue adquiriendo mayor relevancia y en el que actualmente es portavoz adjunto en el Parlamento de Cataluña y miembro de la Ejecutiva Nacional, además de haber ocupado hasta el pasado año el cargo de primer secretario del PSC de Barcelona.
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