Europa es el espacio jurídico político donde más y mejor se conjugan prosperidad económica y progreso social. Europa disfruta actualmente de un alto nivel de desarrollo económico y, pese a las desigualdades que subsisten, se han conquistado derechos sociales como en ningún otro lugar del planeta: el derecho a la protección social, los derechos sindicales, el derecho a una enseñanza gratuita.
Europa es más que un mercado con libre circulación de capital y personas. Es una manera propia de actuar, de defender las libertades y la democracia, de luchar contra las desigualdades y las discriminaciones, de pensar y organizar las relaciones laborales, de acceder a la educación y la sanidad.
En Europa, el crecimiento económico sustentado en las pequeñas y medianas empresas y en la innovación, la productividad, la eficiencia y la sostenibilidad, debe estar al servicio de la prosperidad, del bienestar de los ciudadanos y de la solidaridad social. Las condiciones de trabajo de los empleados deben armonizarse por arriba. Hemos de hacer retroceder la precariedad y combatir las discriminaciones. Debe edificarse un auténtico derecho social europeo que fije normas comunes ambiciosas, en particular en materia de información y participación de los trabajadores en la vida de las empresas, de derecho de despido, de lucha contra el trabajo precario y política salarial. Nuestra perspectiva es la elaboración de un verdadero Tratado Social Europeo.
Para garantizar la igualdad de los ciudadanos, la solidaridad y el interés general, Europa necesita servicios públicos fuertes y eficaces. Estamos a favor de una reglamentación europea que defina un marco jurídico que consolide el papel de los servicios públicos en Europa.
Antonio Espinosa,
Secretario de Acción Política de Ciudadanos - Partido de la Ciudadanía
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